Mi incursión inicial en el campo de la epistemología jurídica se dio a través del contacto con la obra de Larry Laudan y de Jordi Ferrer. Con este volumen pretendo rendirles un modesto pero sincero homenaje. En los tres primeros capítulos mis posturas son claramente cercanas a las suyas. Siendo así, recurro a sus aportes y argumentos para abordar la compleja cuestión del populismo penal y para participar de algunos debates sobre los estándares de prueba, en concreto: sobre la mejor forma de concebirlos y sobre su (grado de) objetividad. En los capítulos restantes, me distancio paulatinamente de algunas de las tesis de Laudan y Ferrer. En ellos: 1) exploro las implicaciones que para la concepción racionalista podría tener el dar un giro hacia la conocida como epistemología de la virtud; 2) propongo distinguir entre el racionalismo probatorio doxástico y el no-doxástico; 3) pongo de relieve el vínculo que podría haber entre el ideal de la legalidad y los objetivos epistémicos del proceso judicial, y: 4) presento dos proyectos de epistemología jurídica parcialmente enfrentados, así como la teoría de la justificación del castigo en que cada uno podría estar basado.