Más allá de la legalidad representa, a modo de balance final, el quid del pensamiento jurídico de Paolo Grossi. En ella, el profesor florentino realiza un develamiento de los mitos, dogmas y artificios del viejo Estado de derecho, aún presentes en la mente del jurista de hoy: la separación de poderes; el monopolio estatal de la producción jurídica; la primacía jerárquica de la ley; la certeza y predictibilidad del derecho; etc. Los fundamentos de esta construcción político-jurídica del siglo XVIII son enfrentados históricamente al constitucionalismo novecentesco, el cual rescata a la sociabilidad e historicidad como características inherentes al derecho, y afirma un pluralismo jurídico, de sujetos productores y fuentes. Se trata, en definitiva, de un llamado a la toma de conciencia sobre las exigencias planteadas por nuestro tiempo posmoderno.